La salvaje pero irreprochable hija adoptada de Gran Bretaña
Desde un punto de vista geográfico Escocia es simplemente espectacular. Si metafóricamente Inglaterra fuera la hermana mayor estirada y formal e Irlanda la hermana mediana, encantadora y segura de sí misma, Escocia sería sin lugar a dudas la hija adoptada, la pequeña de ojos traviesos que corretea libremente por los bosques. Aunque con muchas similitudes con sus vecinos del el sur y del este, los lagos y montañas escoceses poseen una belleza mucho más fiera y salvaje. Impresionantes costas y parajes de belleza dramática en las remotas islas de Orkney e Inner Hebrides, lagos cristalinos en donde puedes buscar el monstruo del lago Ness y un clima que te hará abrigarte hasta las orejas—todo esto combinado con un escenario que te cautivará por completo. Su intensidad se extiende hasta los propios escoceses; siglos de rivalidades con los ingleses han cultivado un profundo sentimiento de orgullo, independencia y lealtad que se encuentra entre los más fieros de toda Europa. Tanto si estás es un partido de rugby o en un pub el mensaje siempre será el mismo: Hazlo con ganas o vete a casa. A pesar de su faceta independiente y su intensidad o quizás por ello, Escocia se ha convertido en un punto de encuentro para el arte y la cultura. El Festival Internacional de Edimburgo y El Festival de Teatro Alternativo, ha transformado una ciudad que siendo ya cosmopolita en una meca del teatro durante el mes de Agosto, al mismo tiempo que Glasgow nutre una escena artística urbana durante todo el año. Mientras te tomas tranquilamente un trago de agua ardiente (wee dram, como le llaman solo los escoceses), te preguntaras; “ ¿Inglaterra. . .qué?, Irlanda. . .Dónde? ”.